El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras jamás pasarán.
Les aseguro que, mientras existan el cielo y la tierra, ni una letra ni una tilde de la Ley desaparecerán hasta que todo se haya cumplido.
pero el mensaje del Señor permanece para siempre». Y este es el mensaje de la buena noticia que se les ha anunciado a ustedes.
Luego vi un gran trono blanco y a alguien que estaba sentado en él. En su presencia desaparecieron la tierra y el cielo, sin dejar rastro alguno.
Es más fácil que desaparezcan el cielo y la tierra que deje de cumplirse el más pequeño mandamiento de la Ley.
Les aseguro que todas estas cosas sucederán antes de que muera la gente de este tiempo.