Mientras todo el pueblo lo escuchaba, Jesús les dijo a sus discípulos:
A los que pecan, repréndelos en público para que sirva de advertencia a los demás.
Entonces llamó a la gente y a sus discípulos. ―Si alguien quiere ser mi discípulo —les dijo—, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga.
Jesús llamó a la gente y dijo: ―Escuchen y entiendan.
Si David lo llama “Señor”, ¿cómo puede entonces ser su hijo?».