Vendrán días en que tus enemigos levantarán un muro y te rodearán, y te encerrarán por todos lados.
El rey se enfureció. Mandó su ejército a destruir a los asesinos y a incendiar su ciudad.
Dijo: ―¡Cómo quisiera que hoy supieras lo que te puede traer paz! Pero eso ahora está oculto a tus ojos.