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Referencias Cruzadas

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Lucas 16:8

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

»Pues bien, el patrón elogió al administrador deshonesto por haber actuado con astucia. Es que los de este mundo, en su trato con los que son como ellos, son más astutos que los que han recibido la luz de mi enseñanza.

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23 Referencias Cruzadas  

Todos ustedes conocen al Señor y eso da luz a su entendimiento, como en pleno día. Nuestro entendimiento no está en la oscuridad, como en oscura noche.

Pues ustedes antes eran como gente viviendo en oscuridad, pero gracias al Señor ahora viven en la luz. Pórtense entonces como personas que caminan en la luz.

»El que es fiel en lo poco también lo será en lo mucho. Y el que no es honesto en lo poco tampoco lo será en lo mucho.

Mientras tengan la luz, crean en ella, para que sean hijos de la luz. Cuando terminó de hablar, Jesús se fue y se escondió de ellos.

En esto se reconocen los que son hijos de Dios y los que son hijos del diablo: el que no hace lo que es bueno ni ama a su hermano en la fe no es hijo de Dios.

Tengo que asegurarme de que, cuando me echen de la administración, haya gente que me reciba en su casa. ¡Ya sé lo que voy a hacer!”.

―La gente de este mundo se casa y se da en casamiento —les contestó Jesús—.

Pero ustedes son una familia elegida por Dios, son sacerdotes al servicio del Rey, son su pueblo elegido, pues le pertenecen a él. Dios los eligió para que anunciaran las cosas maravillosas que él ha hecho por ustedes. Él los llamó para que dejaran el pecado y la maldad. Fue como sacarlos de las tinieblas a su luz admirable.

Pero a esa gente le espera la destrucción, pues adoran al dios de sus propios deseos. Se sienten orgullosos de lo que hacen, cuando debería darles vergüenza. Solo piensan en lo malo que ofrece el mundo.

Que nadie se engañe. Si alguno de ustedes cree que lo sabe todo en este mundo, mejor piense que es un ignorante para que llegue a ser sabio de verdad.

Continuó el Señor: «Tengan en cuenta lo que dijo el juez injusto.

―A los demás —contestó Pedro. ―Entonces los suyos no tienen que pagar —le dijo Jesús—.

A cualquiera que pronuncie alguna palabra contra el Hijo del hombre se le perdonará, pero el que hable contra el Espíritu Santo no tendrá perdón ni en este mundo ni en el venidero.

Luego preguntó al segundo: “Y tú, ¿cuánto debes?”. “Cien bultos de trigo”, contestó. El administrador le dijo: “Toma tu factura y escribe ochenta”.

Pero los que sean dignos de tomar parte en el mundo venidero por la resurrección no se casarán.




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