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Referencias Cruzadas

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Lucas 16:24

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Así que alzó la voz y lo llamó: “Padre Abraham, ten compasión de mí y manda a Lázaro que moje la punta del dedo en agua y me refresque la lengua, porque estoy sufriendo mucho en este fuego”.

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29 Referencias Cruzadas  

Luego el ángel me mostró un río claro como el cristal, cuyas aguas dan vida. Este río salía del trono de Dios y del Cordero.

Jesús contestó: ―Si supieras lo que Dios puede dar, y conocieras al que te está pidiendo agua, tú le pedirías a él. Y él te daría el agua que da vida.

Pero el que beba del agua que yo le daré no volverá a tener sed jamás. Al contrario, dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna.

»Luego dirá a los que estén a su izquierda: “Apártense de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.

Todo aquel cuyo nombre no estaba escrito en el libro de la vida era echado al lago de fuego.

Lo que decimos con la lengua puede ser comparado a un fuego. Nuestra lengua podría causar mucho daño. Hay en ella todo un mundo de maldad, y al ser parte de nuestro cuerpo puede hacer daño a todo nuestro ser. La lengua es usada por el infierno como un fuego capaz de destruir la vida entera.

“No les harán caso, padre Abraham —respondió el rico—; en cambio, si se les presentara uno de entre los muertos, entonces sí se arrepentirían”.

Den muestras de verdadero arrepentimiento. Y no se pongan a pensar: “Somos descendientes de Abraham”. Pues les digo que Dios puede convertir estas piedras en descendientes de Abraham.

Pues habrá un castigo sin compasión para el que actúe sin compasión. ¡Los que actúan con compasión triunfarán en el juicio!

Pero la bestia fue capturada junto con el falso profeta. Este es el que hacía cosas maravillosas bajo la autoridad de la bestia. Por medio de esas cosas engañaba a los que habían recibido la marca de la bestia y adoraban su imagen. Los dos fueron echados vivos al lago de fuego y azufre.

Regresará para castigar a los que no aceptan a Dios ni obedecen el mensaje de la buena noticia de nuestro Señor Jesús.

Y también es padre de aquellos que han sido circuncidados, pero que también han creído. Ellos siguen el ejemplo de Abraham, quien creyó cuando todavía no estaba circuncidado.

En el último día, el más importante de la fiesta, Jesús se puso de pie y dijo: ―¡Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba!

Pero yo les digo que todo el que se enoje con su hermano será llevado a juicio. Es más, cualquiera que insulte a su hermano será llevado ante el tribunal. Y cualquiera que lo maldiga será llevado al fuego del infierno.

No piensen que podrán decir: “Somos descendientes de Abraham”. Pues les digo que Dios puede convertir estas piedras en descendientes de Abraham.

―Hoy ha llegado la salvación a esta casa —le dijo Jesús—, ya que este también es hijo de Abraham.




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