Muchos cobradores de impuestos y pecadores se acercaban a Jesús para oírlo.
Este es el mensaje en el que todos deben confiar y aceptar: Cristo Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.
En lo que respecta a la Ley, esta solo hizo que aumentara el pecado. Pero, allí donde abundó el pecado, el amor de Dios fue más abundante.
Al oír esto, todo el pueblo, y hasta los cobradores de impuestos, reconocieron que Dios era justo. Y fueron bautizados con el bautismo de Juan.
En efecto, hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos».
Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa recibirán? Hasta los cobradores de impuestos para Roma hacen eso.