De la misma manera, cualquiera de ustedes que no renuncie a todos sus bienes no puede ser mi discípulo.
Y Leví se levantó, lo dejó todo y lo siguió.
«Si alguno viene a mí y no sacrifica el amor a su padre y a su madre, a su esposa y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, y aun a su propia vida, no puede ser mi discípulo.
Así que llevaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, siguieron a Jesús.
pues Demas me ha abandonado y se ha ido a Tesalónica. Se fue porque ama las cosas de este mundo. Crescente se ha ido a Galacia y Tito, a Dalmacia.
Si no puede, enviará una delegación mientras el otro está todavía lejos, para pedir condiciones de paz.
Consideró que sufrir por ser fiel al Cristo que vendría era mucho mejor que los tesoros de Egipto. Es que tenía la mirada puesta en la recompensa.