¡Les digo que no! De la misma manera, todos ustedes morirán, a menos que se arrepientan».
¡Les digo que no! De la misma manera, todos ustedes morirán, a menos que se arrepientan.
¿O piensan que aquellos dieciocho que fueron aplastados por la torre de Siloé eran más culpables que todos los demás habitantes de Jerusalén?
Entonces les contó esta parábola: «Un hombre tenía una higuera plantada en su viñedo, pero, cuando fue a buscar fruto en ella, no encontró nada.