―¿A qué se parece el reino de Dios? —continuó Jesús—. ¿Con qué voy a compararlo?
No van a decir: “¡Mírenlo acá! ¡Mírenlo allá!”. Dense cuenta de que el reino de Dios está entre ustedes.
Volvió a decir: ―¿Con qué voy a comparar el reino de Dios?
Jesús continuó: «El reino de Dios se parece a quien siembra semilla en la tierra.
Jesús les contó otra parábola: «El reino de los cielos es como un hombre que sembró buena semilla en su campo.
«Entonces, ¿con qué puedo comparar a la gente de este tiempo? ¿A quién se parecen ellos?