¿No se venden cinco gorriones por dos moneditas? Sin embargo, Dios no se olvida de ninguno de ellos.
Fíjense en los cuervos: no siembran ni cosechan ni tienen almacén ni granero; sin embargo, Dios los alimenta. ¡Cuánto más valen ustedes que las aves!
¿No se venden dos gorriones por una monedita? Sin embargo, ni uno de ellos caerá a tierra sin que lo permita el Padre;
»Fíjense cómo crecen los lirios. No trabajan ni fabrican vestidos; sin embargo, les digo que ni siquiera Salomón, con todo su esplendor, se vestía como uno de ellos.
Pero una viuda pobre llegó y echó dos moneditas de muy poco valor.