Fíjense en los cuervos: no siembran ni cosechan ni tienen almacén ni granero; sin embargo, Dios los alimenta. ¡Cuánto más valen ustedes que las aves!
Así que no tengan miedo; ustedes valen más que muchos gorriones.
Así mismo sucede con ustedes: aun los cabellos de su cabeza están contados. No tengan miedo; ustedes valen más que muchos gorriones.
El rey se puso muy triste, pero, como había hecho el juramento frente a sus invitados, no quiso decepcionarla.
Tiene la pala en la mano para limpiar su campo y recoger el trigo en su granero. La paja, en cambio, la quemará con fuego que nunca se apagará».
Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas?
Por fin dijo: “Ya sé lo que voy a hacer: derribaré mis graneros y construiré otros más grandes, donde pueda almacenar todas mis semillas y mis bienes.
La vida tiene más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa.