»¡Ay de ustedes!, que construyen monumentos para los profetas, a quienes los antepasados de ustedes mataron.
Esos judíos mataron al Señor Jesús y a los profetas, y a nosotros nos echaron fuera del país. Ellos no agradan a Dios y con todos pelean,
»¡Tercos, duros de corazón y torpes de oídos! Ustedes son iguales que sus antepasados: ¡Siempre resisten al Espíritu Santo!
»¡Ay de ustedes, maestros de la Ley y fariseos, hipócritas!, que son como tumbas blanqueadas. Por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de podredumbre.
En realidad aprueban lo que hicieron sus antepasados. Ellos mataron a los profetas, y ustedes les construyen las tumbas.