Él pidió una tablilla, en la que escribió: «Su nombre es Juan». Y todos quedaron asombrados.
su madre se opuso. ―¡No! —dijo ella—. Tiene que llamarse Juan.
El ángel le dijo: ―No tengas miedo, Zacarías, pues ha sido escuchada tu oración. Tu esposa Elisabet te dará un hijo, y le pondrás por nombre Juan.
Al oír esto, Jesús se asombró y dijo a quienes lo seguían: ―Les aseguro que no he encontrado en Israel a nadie que tenga tanta fe.