A través de los tiempos se extiende su misericordia a los que lo adoran.
Y del trono salió una voz que decía: «¡Alaben a nuestro Dios ustedes, todos sus servidores, grandes y pequeños, que con humildad y obediencia le sirven!».
porque el Poderoso ha hecho grandes cosas por mí. ¡Santo es su nombre!