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Referencias Cruzadas

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Lucas 1:35

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Y el ángel le dijo: ―El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá. Así que al santo niño que va a nacer lo llamarán Hijo de Dios.

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26 Referencias Cruzadas  

El nacimiento de Jesucristo fue así: María, su madre, estaba comprometida para casarse con José, pero, antes de unirse a él, resultó que estaba embarazada por obra del Espíritu Santo.

―Maestro, ¡tú eres el Hijo de Dios! ¡Tú eres el Rey de Israel! —declaró Natanael.

Yo lo he visto y por eso testifico que este es el Hijo de Dios».

Pero, cuando resucitó, a través del poder del Espíritu Santo, quedó demostrado que era Hijo de Dios. Él es Jesucristo nuestro Señor.

Pero, cuando él estaba pensando hacer esto, un ángel del Señor se le apareció en sueños. El ángel le dijo: «José, hijo de David, no temas recibir a María por esposa, porque ella ha quedado embarazada por obra del Espíritu Santo.

―¿Por qué te metes con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo sé quién eres tú: ¡el Santo de Dios!

Cuando el capitán romano y los que con él estaban custodiando a Jesús vieron el terremoto y todo lo que había sucedido, quedaron aterrados y dijeron: ―¡Verdaderamente este era el Hijo de Dios!

Pues no tenemos un sumo sacerdote incapaz de entender nuestras debilidades. Al contrario, contamos con uno que ha sido tentado en todo de la misma manera que nosotros, pero él nunca pecó.

Lo envió a visitar a una joven virgen llamada María. Ella estaba comprometida para casarse con un hombre llamado José, que era descendiente de David.

Lo que yo era antes fue crucificado con Cristo, y ya no soy esa persona, sino que Cristo vive en mí. Ahora vivo en este cuerpo confiando en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí.

Mientras iban por el camino, llegaron a un lugar donde había agua, y dijo el oficial etíope: ―Mire usted, aquí hay agua. ¿Qué impide que yo sea bautizado?

Pero estas se han escrito para que ustedes crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios. Así, al creer en su nombre tienen vida.

Comienzo de la buena noticia de Jesucristo, el Hijo de Dios.

En ese tiempo todos nosotros también vivíamos haciendo lo mismo. Nos dejábamos llevar por nuestros malos deseos, haciendo lo que queríamos y siguiendo nuestras propias ideas. Al igual que los demás, hacíamos enojar a Dios y merecíamos su castigo.

Y los que estaban en la barca lo adoraron diciendo: ―Verdaderamente tú eres el Hijo de Dios.

El tentador se le acercó y le propuso: ―Si eres el Hijo de Dios, ordena a estas piedras que se conviertan en pan.

―¿Cómo podrá suceder esto —le preguntó María al ángel—, puesto que soy virgen?

También tu parienta Elisabet va a tener un hijo en su vejez. De hecho, la que decían que no podía tener hijos ya está en el sexto mes de embarazo.




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