Él respondió: ―Ya les dije y no me hicieron caso. ¿Por qué quieren oírlo de nuevo? ¿Es que también ustedes quieren hacerse sus discípulos?
―Si eres el Cristo, dínoslo —le exigieron. Jesús les contestó: ―Si se lo dijera a ustedes, no me lo creerían.
Les aseguro que ya viene la hora, y ha llegado ya, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios. Y los que la oigan vivirán.
Pero ellos le insistieron: ―¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos?