―¿Así que también ustedes se han dejado engañar? —respondieron los fariseos—.
Entre la gente corrían muchos rumores acerca de él. Unos decían: «Es una buena persona». Otros decían: «No, él engaña a la gente».
A veces nos tratan con respeto y otras veces nos ofenden. Algunos hablan bien de nosotros y otros hablan mal. Somos sinceros, pero nos dicen mentirosos.
―Señor —le dijeron—, nosotros recordamos que mientras ese engañador aún vivía, dijo: “A los tres días resucitaré”.
Jesús les contestó: ―¿Y por qué ustedes no respetan el mandamiento de Dios a causa de las costumbres?