Por causa de Jesús la gente estaba dividida.
De nuevo las palabras de Jesús fueron motivo de desacuerdo entre los judíos.
Algunos de los fariseos comentaban: «Ese hombre no viene de parte de Dios, porque no respeta el sábado». Otros decían: «¿Cómo puede un pecador hacer semejantes señales milagrosas?». Y había desacuerdo entre ellos.
Entre la gente corrían muchos rumores acerca de él. Unos decían: «Es una buena persona». Otros decían: «No, él engaña a la gente».
La gente de la ciudad estaba dividida: unos estaban de parte de los judíos y otros, de parte de los apóstoles.
¿Creen ustedes que vine a traer paz a la tierra? ¡Les digo que no, sino división!
He venido a poner en conflicto »“al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, a la nuera contra su suegra;