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Referencias Cruzadas

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Juan 7:37

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

En el último día, el más importante de la fiesta, Jesús se puso de pie y dijo: ―¡Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba!

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50 Referencias Cruzadas  

Pero el que beba del agua que yo le daré no volverá a tener sed jamás. Al contrario, dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna.

―Yo soy el pan de vida —declaró Jesús—. El que a mí viene nunca pasará hambre, y el que en mí cree nunca más volverá a tener sed.

El Espíritu y la esposa del Cordero dicen: «¡Ven!». El que escuche diga: «¡Ven!». El que tenga sed, venga. Y el que quiera, tome gratuitamente del agua de la vida.

Jesús contestó: ―Si supieras lo que Dios puede dar, y conocieras al que te está pidiendo agua, tú le pedirías a él. Y él te daría el agua que da vida.

También me dijo: «Ya todo está hecho. Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Al que tenga sed le daré a beber gratuitamente de la fuente del agua de la vida.

Luego el ángel me mostró un río claro como el cristal, cuyas aguas dan vida. Este río salía del trono de Dios y del Cordero.

Todos fuimos bautizados por un solo Espíritu para formar un solo cuerpo —ya seamos judíos o no judíos, esclavos o libres—. A todos se nos hizo compartir un mismo Espíritu.

Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida.

»Vengan a mí todos ustedes que están cansados y preocupados, y yo les daré descanso.

No pueden beber de la copa de la Cena del Señor y también de la copa que se bebe en honor de los demonios. No pueden participar de la mesa del Señor y también de la mesa de los demonios.

Tomaron también de la misma agua, que era una bebida espiritual. Y es que bebían del agua que brotaba de la roca espiritual que los acompañaba, y la roca era Cristo.

No se emborrachen con vino, pues no podrán controlar su comportamiento. Al contrario, sean llenos del Espíritu.

De la misma manera, después de cenar, tomó la copa y dijo: «Esta copa representa el nuevo pacto que Dios hace por medio de mi sangre. Cada vez que beban de ella, beban en memoria de mí».

―Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí.

Todos los que el Padre me da vendrán a mí; y al que a mí viene, no lo rechazo.

Sin embargo, ustedes no quieren venir a mí para tener esa vida.

Y dijo: ―Yo soy la voz de uno que grita en el desierto: “Enderecen el camino del Señor” —respondió Juan, usando las palabras del profeta Isaías.

Por eso Jesús, que seguía enseñando en el Templo, dijo: ―¡Con que ustedes me conocen y saben de dónde vengo! No he venido por mi propia cuenta, sino que me envió uno en quien se puede confiar. Ustedes no lo conocen,

El profeta Isaías había escrito acerca de Juan, diciendo lo siguiente: «Voz de uno que grita en el desierto: “Preparen el camino para el Señor, háganle sendas derechas”».

Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.

La mujer le dijo: ―Señor, ni siquiera tienes con qué sacar agua, y el pozo es muy hondo. ¿De dónde, pues, vas a sacar esa agua que da vida?




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