Juan 6:57

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Así como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, también el que come de mí vivirá por mí.

Referencias Cruzadas

Gálatas 2:20

Lo que yo era antes fue crucificado con Cristo, y ya no soy esa persona, sino que Cristo vive en mí. Ahora vivo en este cuerpo confiando en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí.

Juan 5:26

Pues así como el Padre tiene vida en sí mismo, así también le ha dado al Hijo el poder de tener vida en sí mismo.

Juan 17:21

para que todos sean uno. Padre, así como tú estás en mí y yo en ti, permite que ellos también estén en nosotros. Así el mundo creerá que tú me has enviado.

1 Juan 4:9

Así demostró Dios su amor por nosotros: en que envió a su Hijo único al mundo para que por medio de él tengamos vida eterna.

Juan 3:17

Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él.

1 Tesalonicenses 1:9

Ellos mismos hablan de lo bien que ustedes nos recibieron y de cómo dejaron de adorar a los ídolos para servir al Dios vivo y verdadero.

2 Corintios 13:4

Es cierto que fue crucificado como si fuera débil, pero ahora vive por el poder de Dios. Nosotros somos tan débiles como él lo fue, pero el poder de Dios está en nosotros gracias a Cristo. Cuando estemos con ustedes verán ese poder.

1 Corintios 15:22

Pues por el pecado de Adán todos somos castigados con la muerte, pero, gracias a lo que Cristo hizo por nosotros, volveremos a vivir.

Juan 14:19

Dentro de poco, el mundo ya no me verá más, pero ustedes sí me verán. Y, porque yo vivo, también ustedes vivirán.

Juan 14:6

―Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí.

Mateo 16:16

―Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente —afirmó Simón Pedro.

Hebreos 9:14

Si esto es así, ¡cuánto más poder tiene la sangre de Cristo! Porque, por medio del Espíritu eterno, Cristo se ofreció sin pecado a Dios. Su sangre limpiará nuestra conciencia, y no se nos declarará culpables de pecados que conducen a la muerte eterna, para que sirvamos al Dios viviente.

Juan 6:29

―Esta es la obra de Dios: que crean en aquel a quien él envió —les respondió Jesús.

Juan 6:38

Pues he bajado del cielo no para hacer mi voluntad, sino la del que me envió.

1 Corintios 15:45

Así dicen las Escrituras: «El primer hombre, Adán, se convirtió en un ser viviente». El último Adán, Cristo, es el que nos da vida.