―¿Qué tenemos que hacer para realizar las obras que Dios exige? —le preguntaron.
Luego los sacó y les preguntó: ―Señores, ¿qué tengo que hacer para ser salvo?
Levántate y entra en la ciudad, que allí se te dirá lo que tienes que hacer.
En esto se presentó un experto en la Ley y, para poner a prueba a Jesús, le hizo esta pregunta: ―Maestro, ¿qué debo hacer para obtener la vida eterna?
Sucedió que un hombre se acercó a Jesús y le preguntó: ―Maestro, ¿qué es lo bueno que debo hacer para obtener la vida eterna?
Cuando oyeron esto, todos se sintieron profundamente conmovidos y les dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: ―Amigos, ¿qué debemos hacer?
No trabajen por la comida que pronto se acaba. Trabajen por la que permanece para vida eterna. Esa comida se la dará el Hijo del hombre, sobre quien Dios el Padre ha puesto su sello de aprobación.
―Esta es la obra de Dios: que crean en aquel a quien él envió —les respondió Jesús.