y saldrán de allí. Los que han hecho el bien resucitarán para tener vida. Y los que han practicado el mal resucitarán para ser condenados.
Tengo la misma esperanza que estos hombres tienen. Es decir, que Dios hará resucitar a los justos y a los injustos.
Entonces serás dichoso, pues, aunque ellos no tienen con qué recompensarte, serás recompensado en la resurrección de los justos.
Mándales que hagan el bien, que sean ricos en buenas obras, y generosos, dispuestos a compartir lo que tienen.
No se olviden de hacer el bien y de compartir con otros lo que tienen. Esos son los sacrificios que agradan a Dios.
Que se aparte del mal y haga el bien; que esté en paz con todos siempre.
Solo nos queda una terrible espera de juicio. Es decir, el fuego ardiente que ha de devorar a los adversarios de Dios.