Porque así como el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo da vida a quienes él quiere.
Y, si el Espíritu de Dios, que levantó a Cristo de entre los muertos, vive en ustedes, él también les dará vida a sus cuerpos muertos. Lo hará por medio de su Espíritu, que vive en ustedes.
Entonces Jesús le dijo: ―Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá.
¿Por qué les parece a ustedes increíble que Dios resucite a los muertos?
Pues tú le has dado autoridad sobre toda persona para que él les dé vida eterna a todos los que le has dado.
El Espíritu da vida; la carne no vale para nada. Las palabras que les he hablado son espíritu y son vida.
Así dicen las Escrituras: «El primer hombre, Adán, se convirtió en un ser viviente». El último Adán, Cristo, es el que nos da vida.