Algunos de los fariseos comentaban: «Ese hombre no viene de parte de Dios, porque no respeta el sábado». Otros decían: «¿Cómo puede un pecador hacer semejantes señales milagrosas?». Y había desacuerdo entre ellos.
Molesto porque Jesús había sanado en sábado, el jefe de la sinagoga intervino y le dijo a la gente: ―Hay seis días en que se puede trabajar, así que vengan esos días para ser sanados, y no el sábado.
Así que, para cumplir la Ley de Moisés, ustedes circuncidan a un varón incluso en sábado. Entonces, ¿por qué se enfurecen conmigo si en sábado lo sano por completo?