Salieron del pueblo y fueron a ver a Jesús.
En lo que respecta a la Ley, esta solo hizo que aumentara el pecado. Pero, allí donde abundó el pecado, el amor de Dios fue más abundante.
Al salir ellos de la sinagoga, los invitaron a que el siguiente sábado les hablaran más de estas cosas.
Así que inmediatamente mandé a llamarte, y tú has tenido la bondad de venir. Ahora estamos todos aquí, en la presencia de Dios, para escuchar todo lo que el Señor te ha pedido que nos digas.
»Así que los últimos serán primeros y los primeros, últimos».
»Por tanto, quiero que sepan que esta salvación de Dios se ha enviado a los no judíos. Y ellos sí escucharán».
―Vengan a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho. ¿No será este el Cristo?
Mientras tanto, sus discípulos le insistían: ―Maestro, come algo.
Muchos de los samaritanos que vivían en aquel pueblo creyeron en él por el testimonio que daba la mujer: «Me dijo todo lo que he hecho».