Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




Juan 3:6

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Lo que nace del cuerpo es cuerpo; lo que nace del Espíritu es espíritu.

Ver Capítulo Copiar

25 Referencias Cruzadas  

Por lo tanto, si alguno está unido a Cristo, es una nueva creación. ¡Nuestra vieja manera de vivir quedó en el pasado, ahora somos nuevas personas!

Ningún hijo de Dios puede seguir pecando, porque la vida de Dios permanece en él. Así que un hijo de Dios no puede seguir pecando.

Pero el que se une espiritualmente al Señor se hace uno con él.

Yo sé que soy un ser humano pecador, que lo malo me domina. Aunque deseo hacer lo bueno, no soy capaz de hacerlo.

Porque, si ustedes viven controlados por el pecado, morirán para siempre. Pero, si por medio del Espíritu dan muerte a los malos deseos del cuerpo, vivirán para siempre.

En ese tiempo todos nosotros también vivíamos haciendo lo mismo. Nos dejábamos llevar por nuestros malos deseos, haciendo lo que queríamos y siguiendo nuestras propias ideas. Al igual que los demás, hacíamos enojar a Dios y merecíamos su castigo.

La circuncisión marcaba a los judíos como parte del pueblo de Dios. Pues gracias Cristo, ustedes recibieron una circuncisión espiritual, no hecha por mano humana. Es decir, Cristo quitó de sus cuerpos el deseo de seguir pecando.

Los que son de Cristo Jesús han hecho morir en la cruz sus malos deseos por el pecado.

Estos no nacen de padres humanos. No son producto del deseo ni de la voluntad humana. Nacen de Dios.

Antes nos dominaba el deseo de hacer lo malo, y la Ley despertaba aún más esos malos deseos en nuestro cuerpo. Vivíamos para hacer el mal y eso solo producía muerte.

¡Gracias doy a Dios, porque él me ha liberado por medio de Jesucristo nuestro Señor! En conclusión, yo sé que debo obedecer la Ley de Dios, pero soy un débil pecador que vive obedeciendo la ley del pecado.

No te sorprendas de que te haya dicho: “Tienen que nacer de nuevo”.




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios