Tengo el gran deseo y la firme confianza de que en nada seré avergonzado. Al contrario, ya sea que yo viva o muera, ahora y siempre quiero ser valiente, para que Cristo sea grandemente alabado por medio de mí.
―Les aseguro —respondió Jesús— que en la renovación de todas las cosas, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono glorioso, ustedes que me han seguido se sentarán también en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.
Te aseguro que cuando eras más joven te vestías tú mismo e ibas adonde querías. Pero, cuando seas viejo, extenderás las manos y otro te vestirá y te llevará adonde no quieras ir.