Juan 21:15

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Cuando terminaron de desayunar, Jesús le preguntó a Simón Pedro: ―Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos? ―Sí, Señor, tú sabes que te quiero —contestó Pedro. ―Apacienta mis corderos —le dijo Jesús.

Referencias Cruzadas

Romanos 15:1

Los fuertes en la fe debemos apoyar a los débiles, en vez de hacer lo que nos agrada.

1 Juan 4:19

Nosotros amamos porque él nos amó primero.

1 Pedro 1:8

Ustedes aman a Jesucristo a pesar de que no lo han visto. Aunque no lo ven ahora, creen en él y se alegran con un gozo tan grande y maravilloso que no se puede describir con palabras.

Efesios 6:24

Que el amor inmerecido de Dios llene a todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo con amor eterno.

Hechos 20:28

Cuiden de ustedes mismos y de todos aquellos que Dios ha salvado con su propia sangre. El Espíritu Santo los ha puesto a ustedes para cuidar de la iglesia. Así que ustedes son como pastores al cuidado de un rebaño de ovejas.

1 Juan 5:1

Todo el que cree que Jesús es el Cristo es un hijo de Dios. Y todo el que ama al Padre también ama a sus hijos.

Juan 16:27

Pues el Padre mismo los ama porque me han amado y han creído que yo he venido de parte de Dios.

1 Pedro 2:25

Antes ustedes andaban como ovejas perdidas, pero ahora han vuelto a Cristo, el Pastor que cuida de sus vidas.

Hebreos 4:13

Ninguna cosa creada escapa a la vista de Dios. Todo está al descubierto, expuesto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas.

Lucas 22:32

Pero yo he orado por ti, para que no falle tu fe. Y tú, cuando te hayas vuelto a mí, fortalece a tus hermanos».

Hebreos 13:20

El Dios que da la paz levantó de entre los muertos a nuestro Señor Jesús, al gran Pastor de las ovejas. Por medio de su sangre, Dios estableció con nosotros un pacto eterno.

Romanos 14:1

Reciban a los cristianos débiles, pero no para entrar en discusiones.

Mateo 16:17

―Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás —le dijo Jesús—, porque eso no te lo reveló ninguna persona, sino mi Padre que está en el cielo.

Apocalipsis 2:23

A los hijos de esa mujer los heriré de muerte. Así sabrán todas las iglesias que yo soy el que conoce a fondo la mente y el corazón. A cada uno de ustedes lo trataré de acuerdo con sus acciones.

1 Pedro 2:2

Los niños recién nacidos desean con fuerza la leche pura que los hará crecer. Busquen ustedes todo lo que es bueno, para que crezcan espiritualmente y disfruten su salvación.

Gálatas 5:6

Gracias a lo que Cristo Jesús hizo por nosotros, ya no importa si estamos o no circuncidados. Lo que importa es creer en Cristo y que esa fe nos lleve a amar a los demás.

Juan 21:12

―Vengan a desayunar —les dijo Jesús. Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: «¿Quién eres tú?», porque sabían que era el Señor.

Juan 21:7

―¡Es el Señor! —dijo a Pedro el discípulo a quien Jesús amaba. Tan pronto como Simón Pedro le oyó decir: «Es el Señor», se puso la ropa, pues estaba semidesnudo, y se tiró al agua.

Mateo 18:10

»Miren que no menosprecien a uno de estos pequeños. Pues les digo que en el cielo los ángeles de ellos contemplan siempre el rostro de mi Padre celestial.

Efesios 4:14

Así ya no seremos como niños, que cambian de opinión fácilmente y aceptan como verdad cualquier enseñanza. Pues los falsos maestros son astutos y usan métodos engañosos.

1 Corintios 8:11

Entonces ese hermano débil, por quien Cristo murió, se perderá a causa de tu conocimiento.

Juan 8:42

―Si Dios fuera su Padre —les contestó Jesús—, ustedes me amarían, porque yo he venido de Dios y aquí me tienen. No he venido por mi propia cuenta, sino que él me envió.

Marcos 14:29

―Aunque todos te abandonen, yo no —declaró Pedro.

Lucas 12:32

»No tengan miedo, mi rebaño pequeño, porque es la buena voluntad del Padre darles el reino.

Mateo 10:37

»El que quiere a su padre o a su madre más que a mí no merece ser mi seguidor. El que quiere a su hijo o a su hija más que a mí no merece ser mi seguidor.

Juan 13:37

―Señor —insistió Pedro—, ¿por qué no puedo seguirte ahora? Por ti daré hasta la vida.

Juan 1:42

Luego lo llevó a Jesús, quien, mirándolo fijamente, le dijo: ―Tú eres Simón, hijo de Juan. Serás llamado Cefas (es decir, Pedro).

Mateo 26:35

―Aunque tenga que morir contigo —insistió Pedro—, jamás te negaré. Y los demás discípulos dijeron lo mismo.

Mateo 26:33

―Aunque todos te abandonen —declaró Pedro—, yo jamás lo haré.

Hechos 20:29

Sé que después de mi partida entrarán en medio de ustedes otras personas que, como lobos feroces, buscarán acabar con el rebaño.