María Magdalena fue a darles la noticia a los discípulos. «¡He visto al Señor!», decía, y les contaba lo que él le había dicho.
Las mujeres eran María Magdalena, Juana, María la madre de Santiago y las demás que las acompañaban.
―No tengan miedo —les dijo Jesús—. Vayan a decirles a mis hermanos que se dirijan a Galilea, y allí me verán.
El primer día de la semana, muy de mañana, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena fue a la tumba. Al llegar, vio que habían quitado la piedra que cubría la entrada.
Entre ellas se encontraban María Magdalena, María la madre de Santiago y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo.
Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María la esposa de Cleofas, y María Magdalena.