Los que están sobre las piedras son los que reciben la palabra con alegría cuando la oyen, pero no tienen raíz. Estos creen por algún tiempo, pero se apartan cuando llega la prueba.
Gracias a lo que Cristo Jesús hizo por nosotros, ya no importa si estamos o no circuncidados. Lo que importa es creer en Cristo y que esa fe nos lleve a amar a los demás.
Este fue de noche a visitar a Jesús. ―Maestro —le dijo—, sabemos que has venido de parte de Dios. Pues nadie podría hacer las señales milagrosas que tú haces si Dios no estuviera con él.
Cuando llegó a Galilea, fue bien recibido por los galileos. Ellos habían estado en Jerusalén durante la fiesta de la Pascua. Por eso, vieron en persona todo lo que Jesús había hecho allí.
»El testimonio con que yo cuento tiene más peso que el de Juan. Las cosas que el Padre me ha encomendado que lleve a cabo, las estoy haciendo. Y son estas mismas acciones las que testifican que el Padre me ha enviado.