Ellos respondieron: ―Tardaron cuarenta y seis años en construir este Templo, ¿y tú vas a levantarlo en tres días?
Este es el testimonio de Juan cuando los judíos de Jerusalén enviaron sacerdotes y levitas a preguntarle quién era.
Luego fue enterrado, pero resucitó al tercer día, tal como decían las Escrituras que sucedería.
Jesús salió del Templo y, mientras caminaba, se le acercaron sus discípulos y le mostraron los edificios del Templo.
Algunos de sus discípulos comentaban acerca del Templo, de cómo estaba adornado con hermosas piedras y con ofrendas dedicadas a Dios. Pero Jesús dijo: