Al oír esto, Pilato se atemorizó aún más.
Al oír esto, Pilato llevó a Jesús hacia fuera. Luego se sentó en el tribunal, en un lugar al que llamaban el Empedrado, y que en hebreo se dice «Gabatá».
―Nosotros tenemos una Ley. Según esa Ley, debe morir, porque se ha hecho pasar por Hijo de Dios —insistieron los judíos.
Así que entró de nuevo en el palacio y le preguntó a Jesús: ―¿De dónde eres tú? Pero Jesús no le contestó nada.