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Referencias Cruzadas

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Juan 17:6

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

»A los que me diste del mundo les he revelado tu nombre. Eran tuyos; tú me los diste y ellos han obedecido tu palabra.

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48 Referencias Cruzadas  

Yo les he dado a conocer tu nombre y seguiré haciéndolo. Así el amor con que me has amado estará en ellos, y yo mismo estaré en ellos».

Sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para que conozcamos al Dios verdadero. Y nosotros somos amigos de su Hijo Jesucristo, quien es el Dios verdadero y nos da vida eterna.

Todos los que el Padre me da vendrán a mí; y al que a mí viene, no lo rechazo.

»Padre, quiero que los que me has dado estén conmigo donde yo estoy. Que vean la gloria que me diste porque me has amado desde antes de la creación del mundo.

Pues tú le has dado autoridad sobre toda persona para que él les dé vida eterna a todos los que le has dado.

Pues Dios, que ordenó: «¡Que la luz brille en la oscuridad!», hizo brillar su luz en nuestra mente para que viéramos con claridad la gloria de Dios que brilla en el rostro de Jesucristo.

Si fueran del mundo, el mundo los amaría como a los suyos. Pero ustedes no son del mundo, sino que yo los he elegido de entre el mundo. Por eso el mundo los aborrece.

Conozco todo lo que haces. Mira, delante de ti he dejado abierta una puerta que nadie puede cerrar. Ya sé que tus fuerzas son pocas. Pero has obedecido mi mensaje y no has negado que me conoces.

Cristo, como Hijo de Dios, es obediente al guiar al pueblo de Dios que somos nosotros. Y continuaremos siendo su pueblo si nos mantenemos seguros y confiando con orgullo en nuestra salvación.

Si permanecen en mí y mis enseñanzas permanecen en ustedes, pidan lo que quieran, y se les concederá.

Sé que vives allí donde Satanás tiene su trono. Sin embargo, sigues confiando en mí. No has abandonado tu fe en mí. Ni siquiera lo hiciste cuando mataron a Antípas, quien fielmente hablaba de mí. A él lo mataron en esa ciudad donde vive Satanás.

cuando dice: «Anunciaré tu nombre a mis hermanos; en medio de la congregación te alabaré».

Sigue el ejemplo que te he dado enseñando la verdad que de mí aprendiste. No dejes de confiar y amar a Cristo Jesús.

Que toda la riqueza de las enseñanzas de Cristo los guíe siempre. Si tienen que enseñar o dar un consejo, háganlo con toda sabiduría. Canten salmos, himnos y canciones espirituales para que den gracias a Dios de todo corazón.

Dios eligió a los israelitas como su pueblo desde el principio. No lo ha rechazado. Recuerden lo que dice el profeta Elías en la Escritura. Él acusó a Israel delante de Dios, diciendo:

Al oír esto, los que no eran judíos se alegraron y alabaron el mensaje del Señor. Y todos los que estaban destinados a la vida eterna creyeron.

Esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho: «De los que me diste ninguno se perdió».

Ellos no son del mundo, como tampoco lo soy yo.

Yo les he entregado tu palabra. Y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.

Ustedes ya están limpios por la palabra que les he comunicado.

¡Padre, da gloria a tu nombre!». Se oyó entonces, desde el cielo, una voz que decía: «Ya le di gloria, y volveré a darle gloria».

Y esta es la voluntad del que me envió: que yo no pierda nada de lo que él me ha dado, sino que lo resucite en el día final.

A Dios nadie lo ha visto nunca. El Hijo único, que es Dios, nos lo ha dado a conocer, pues vive en unión íntima con el Padre.

Los saluda Pedro, apóstol de Jesucristo. Dirijo esta carta a ustedes, los elegidos, que viven como extranjeros en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia.

Les aseguro que el que cumple mi palabra nunca morirá.

―¡Ahora estamos convencidos de que estás endemoniado! —dijeron los judíos—. Abraham murió, y también los profetas murieron. Pero tú sales diciendo que, si alguno guarda tu palabra, nunca morirá.

Ahora saben que todo lo que me has dado viene de ti.

Mientras estaba con ellos, los cuidaba y los protegía mediante el nombre que me diste. Y ninguno se perdió sino aquel que eligió perderse, a fin de que se cumpliera la Escritura.

Tú has obedecido mi mandato de confiar hasta el final. Por eso, yo te protegeré cuando llegue la hora de prueba que vendrá sobre el mundo entero. De esta manera serán probados los que viven en la tierra.




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