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Referencias Cruzadas

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Juan 12:43

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Preferían recibir honores de los hombres más que de parte de Dios.

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20 Referencias Cruzadas  

¡Cómo van ustedes a creerme, si lo que les gusta es rendirse honor unos a otros! Ustedes no buscan la gloria que viene del Dios único.

»No me interesa que la gente me rinda honor.

Él les dijo: «Ustedes se hacen los buenos ante la gente, pero Dios conoce sus corazones. Dense cuenta de que aquello que la gente tiene en gran estima es detestable delante de Dios.

Tampoco hemos buscado que nos traten como a gente importante. No buscamos eso de ustedes ni de otros.

Pues el que habla bien de sí mismo no hace bien. Pero quien busca la aprobación del Señor hace bien.

»Por eso, cuando des a los necesitados, no lo hagas saber a todos, como lo hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles para que la gente los aplauda. Les aseguro que ellos ya han recibido toda su recompensa.

Por lo tanto, no juzguen a nadie antes de tiempo. Esperen hasta que venga el Señor. Él sacará a la luz lo que está oculto en la oscuridad y pondrá al descubierto las intenciones de cada corazón. Entonces cada uno recibirá de Dios la alabanza que le corresponda.

Quien quiera servirme debe seguirme. Donde yo esté, allí también estará mi siervo. Al que me sirva, mi Padre lo honrará.

―Si yo me alabo a mí mismo —les respondió Jesús—, mi alabanza no significa nada. Pero quien me honra es mi Padre, el que ustedes dicen que es su Dios,

“¡Hiciste bien, siervo bueno! —le respondió el rey—. Puesto que has sido fiel en tan poca cosa, te doy el gobierno de diez ciudades”.

Que la belleza de ustedes sea más bien la que nace de una actitud humilde y tranquila. Ese tipo de belleza nunca se acaba y para Dios es muy valiosa.

A los que hacen el bien para recibir gloria, honor y vivir para siempre, Dios les dará vida eterna.

El que habla por cuenta propia busca su propia honra. En cambio, el que busca honrar al que lo envió es una persona sincera y sin maldad.

El verdadero judío es judío de corazón; y la verdadera circuncisión es la que realiza el Espíritu, no el mandamiento escrito. El verdadero judío es alabado por Dios, no por la gente.




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