Juan 12:41

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Esto lo dijo Isaías porque vio la gloria de Jesús y habló de él.

Referencias Cruzadas

Juan 1:18

A Dios nadie lo ha visto nunca. El Hijo único, que es Dios, nos lo ha dado a conocer, pues vive en unión íntima con el Padre.

Hebreos 1:3

El Hijo refleja el brillo de la gloria de Dios. Es la fiel imagen de lo que Dios es. Él es quien mantiene el universo en existencia, por medio del poder de su palabra. Después de morir para perdonarnos nuestros pecados, subió al cielo y se sentó a la derecha del trono majestuoso de Dios.

2 Corintios 4:6

Pues Dios, que ordenó: «¡Que la luz brille en la oscuridad!», hizo brillar su luz en nuestra mente para que viéramos con claridad la gloria de Dios que brilla en el rostro de Jesucristo.

Hechos 10:43

De él dan testimonio todos los profetas, que todo el que cree en él recibe, por medio de su nombre, el perdón de los pecados.

Juan 1:14

Y el Verbo se hizo hombre y habitó entre nosotros. Hemos visto su gloria, la gloria del Hijo único del Padre. Y estaba lleno de amor y de verdad.

Apocalipsis 19:10

Entonces me arrodillé a sus pies para adorarlo. Pero él me dijo: «¡No, cuidado! Soy un servidor como tú y como los creyentes que se mantienen fieles al mensaje de Jesús. ¡Adora solo a Dios! El mensaje de Jesús se comparte con otros por medio del poder del Espíritu».

1 Pedro 1:11

Querían descubrir a qué tiempo y a cuáles circunstancias se refería el Espíritu de Cristo. Ya desde antes, el Espíritu que estaba en ellos anunció que Cristo sufriría mucho, pero que después tendría gran gloria.

Juan 14:9

Jesús le contestó: ―¡Pero, Felipe! ¿Tanto tiempo llevo ya entre ustedes y todavía no me conoces? El que me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo puedes decirme: “Muéstranos al Padre”?

Juan 5:39

Ustedes estudian las Escrituras con mucho cuidado, porque piensan que en ellas encuentran la vida eterna. ¡Y son ellas las que dan testimonio en mi favor!

Lucas 24:27

Entonces les explicó todo lo que se decía de él en las Escrituras. Comenzó por el libro de Moisés y continuó en el libro de los Profetas.