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Referencias Cruzadas

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Juan 11:52

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Pero no solo moriría por esa nación, sino que también reuniría a todos los hijos de Dios dispersos en el mundo.

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40 Referencias Cruzadas  

Tengo otras ovejas que no son de este redil y también a ellas debo traerlas. Así ellas escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño y un solo pastor.

Él murió en la cruz ofreciendo su vida como un sacrificio, para que Dios perdonara nuestros pecados. Pero no solo para que nos perdonara a nosotros, sino a todo el mundo.

Los saluda Pedro, apóstol de Jesucristo. Dirijo esta carta a ustedes, los elegidos, que viven como extranjeros en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia.

Y entonaban este nuevo cántico: «Digno eres de recibir el rollo y de romper sus sellos, porque fuiste sacrificado. Con tu sangre compraste para Dios gente de toda tribu, idioma, pueblo y nación.

Dios no solo es Dios de los judíos, también es Dios de los no judíos. Sí, de ellos también,

luz que ilumina a las naciones y gloria de tu pueblo Israel».

Los saluda Santiago, servidor de Dios y del Señor Jesucristo. Les dirijo esta carta a las doce tribus que están esparcidas por el mundo.

Así lo había decidido desde el principio, y lo cumplió por medio de Cristo Jesús nuestro Señor.

y desde un principio había decidido adoptarnos como hijos suyos por medio de Jesucristo. Lo quiso hacer para mostrarnos su gran bondad,

Así dicen las Escrituras: «Te he hecho padre de muchas naciones». Y Abraham le creyó, porque sabía que era el Dios que da vida a los muertos y llama las cosas que no son como si ya existieran.

pues estoy contigo. Aunque te ataquen, no voy a dejar que nadie te haga daño, porque tengo mucha gente en esta ciudad».

Pero yo, cuando sea levantado de la tierra, atraeré a todos a mí mismo.

Al día siguiente, Juan vio a Jesús que se acercaba a él, y dijo: «¡Aquí tienen al Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!

Pero a los que lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios.

¡Miren cuánto amor nos tiene el Padre! Por eso somos llamados hijos de Dios. ¡Y de verdad lo somos! Pero los pecadores de este mundo no nos conocen, porque no conocen al Padre.

Queridos hermanos en la fe, ya somos hijos de Dios. Sin embargo, todavía no se nos ha mostrado todo lo que llegaremos a ser. Lo que sí sabemos es que cuando Cristo venga seremos como él es, porque lo veremos tal como él es.

En esto se reconocen los que son hijos de Dios y los que son hijos del diablo: el que no hace lo que es bueno ni ama a su hermano en la fe no es hijo de Dios.

»O supongamos que una mujer tiene diez monedas de plata y pierde una. ¿No enciende una lámpara, barre la casa y busca con cuidado hasta encontrarla?




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