Y muchos en aquel lugar creyeron en Jesús.
y muchos más llegaron a creer por lo que él mismo decía.
Sin embargo, muchos de ellos, incluso muchos de los gobernantes, creyeron en él. Pero no lo confesaban porque temían que los fariseos los expulsaran de la sinagoga.
Muchos de los judíos que habían ido a visitar a María vieron lo que Jesús hizo y creyeron en él.
Mientras aún hablaba, muchos creyeron en él.
Sin embargo, muchos creyeron en él, y decían: «Cuando venga el Cristo, ¿acaso va a hacer más señales milagrosas que este hombre?».
Muchos de los samaritanos que vivían en aquel pueblo creyeron en él por el testimonio que daba la mujer: «Me dijo todo lo que he hecho».
Mientras estaba en Jerusalén, durante la fiesta de la Pascua, muchos creyeron en su nombre al ver las señales milagrosas que hacía.