Todo esto sucedió en Betania, al otro lado del río Jordán, donde Juan estaba bautizando.
Volvió Jesús al otro lado del Jordán, al lugar donde Juan había estado bautizando antes; y allí se quedó.
También Juan estaba bautizando en Enón, cerca de Salín, porque allí había mucha agua. Así que la gente iba para ser bautizada.
Aquellos fueron a ver a Juan y le dijeron: ―Maestro, fíjate, el que estaba contigo al otro lado del Jordán, y de quien tú diste testimonio, ahora está bautizando, y todos van a él.
―¿Por qué no se vendió este perfume? Vale lo mismo que el salario de un año de trabajo. Ese dinero se lo habríamos dado a los pobres.
Al día siguiente, Jesús decidió salir hacia Galilea. Se encontró con Felipe y le dijo: ―Sígueme.