Los que habían sido enviados eran de los fariseos,
Jesús salió de allí. Entonces los maestros de la Ley y los fariseos, resentidos, se pusieron a molestarlo con muchas preguntas.
Los fariseos oían todo y se burlaban de Jesús, porque les encantaba el dinero.
Pero los fariseos y los expertos en la Ley no quisieron ser bautizados por Juan. Rechazaron así el propósito que Dios tenía para ellos.
Ellos me conocen desde hace mucho tiempo. Así que pueden decir aquí, si quieren, que viví como fariseo. Los fariseos son el grupo más estricto de nuestra religión.
Por un lado los saduceos sostienen que no hay resurrección, ni ángeles ni espíritus. Por su parte, los fariseos sí creen en todo esto.
¡Fariseo ciego! Limpia primero por dentro el vaso y el plato, y así quedará limpio también por fuera.
Y dijo: ―Yo soy la voz de uno que grita en el desierto: “Enderecen el camino del Señor” —respondió Juan, usando las palabras del profeta Isaías.
y le preguntaron: ―Pues, si no eres el Cristo ni Elías ni el profeta, ¿por qué bautizas?