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Referencias Cruzadas

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Hechos 9:39

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Sin demora, Pedro se fue con ellos y, cuando llegó, lo llevaron al cuarto de arriba. Todas las viudas se acercaron a Pedro llorando. Le mostraban las túnicas y vestidos que Dorcas había hecho cuando aún estaba con ellas.

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26 Referencias Cruzadas  

Recordamos delante de Dios, nuestro Padre, todo lo que hacen por medio de la fe y el trabajo que realizan por amor. No olvidamos la firmeza con que continúan confiando en la salvación que nuestro Señor Jesucristo les dará.

El que robaba, que no robe más, sino que trabaje honradamente con las manos, así tendrá suficiente para compartir con los necesitados.

Queridos hijos en la fe, si decimos que amamos, hagámoslo con sinceridad. ¡Demostremos con hechos que nuestro amor es verdadero!

Hermanos en la fe, no queremos que ignoren lo que va a pasar con los que ya han muerto, para que no se pongan tristes como la gente que no tiene esperanza.

Pues, si uno lo hace de buena voluntad, lo que da es bien recibido. Pues lo que importa es dar según lo que se tiene, y no según lo que no se tiene.

Con mi ejemplo les he mostrado que es necesario trabajar duro para ayudar a los necesitados. Recuerden las palabras del Señor Jesús: “Hay más gozo en dar que en recibir”».

Él, tomándola de la mano, la levantó. Luego llamó a los creyentes y a las viudas, a quienes la presentó viva.

Unos hombres que amaban mucho a Dios enterraron a Esteban e hicieron gran duelo por él.

En aquellos días, al aumentar la cantidad de los discípulos, se quejaron los que hablaban griego contra los que hablaban hebreo. Decían que sus viudas eran desatendidas en la distribución diaria de los alimentos.

Mientras estaba con ellos, los cuidaba y los protegía mediante el nombre que me diste. Y ninguno se perdió sino aquel que eligió perderse, a fin de que se cumpliera la Escritura.

A los pobres siempre los tendrán con ustedes, pero a mí no siempre me tendrán.

Luego les dijo: ―Cuando todavía estaba yo con ustedes, les decía que tenía que cumplirse todo lo que dicen las Escrituras acerca de mí en la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos.

Ella hizo lo que pudo. Ungió mi cuerpo de antemano, preparándolo para mi entierro.

A los pobres siempre los tendrán con ustedes, pero a mí no me van a tener siempre.

―¡Ah, gente incrédula y malvada! —respondió Jesús—. ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganme acá al muchacho.

Cuando llegaron, subieron al lugar donde se estaban quedando. Estaban allí Pedro, Juan, Santiago, Andrés, Felipe y Tomás. También estaban Bartolomé, Mateo, Santiago hijo de Alfeo, Simón el Zelote, y Judas hijo de Santiago.

Ayuda como es debido a las viudas que de verdad no tienen quien las apoye.

La viuda que no tiene quien la ayude, pues ha quedado sola, pone su confianza en Dios y no deja de orar de noche y de día suplicando por ayuda.




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