Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




Hechos 9:29

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Conversaba y discutía con los judíos de habla griega, pero ellos se proponían matarlo.

Ver Capítulo Copiar

13 Referencias Cruzadas  

En aquellos días, al aumentar la cantidad de los discípulos, se quejaron los que hablaban griego contra los que hablaban hebreo. Decían que sus viudas eran desatendidas en la distribución diaria de los alimentos.

Ni siquiera el arcángel Miguel se atrevió a pronunciar contra el diablo una maldición. Pues, cuando Miguel peleaba con el diablo por el cuerpo de Moisés, solo se atrevió a decirle: «¡Que el Señor te reprenda!».

Mi vida ha sido un continuo ir y venir de un sitio a otro. En mis viajes enfrenté peligros de ríos y peligros de bandidos. Enfrenté peligros de parte de mis compatriotas, peligros a manos de los no judíos, peligros en la ciudad, en el campo y en el mar. También enfrenté peligros de parte de falsos hermanos en la fe.

Sin embargo, había entre ellos algunas personas de Chipre y de Cirene. Estas personas llegaron a Antioquía y comenzaron a hablarles también a los de habla griega. Les anunciaron la buena noticia acerca del Señor Jesús.

Pablo entró en la sinagoga y habló allí con toda valentía durante tres meses. Discutía acerca del reino de Dios, tratando de convencerlos.

Al llegar a Éfeso, Pablo se separó de sus compañeros y entró en la sinagoga. Allí les habló a los judíos acerca de Jesús.

Así que hablaba en la sinagoga con los judíos y con los griegos que adoraban a Dios. También iba todos los días a la plaza y hablaba con los que estaban por allí.

Entonces Bernabé lo tomó a su cargo y lo llevó a los apóstoles. Bernabé les contó con detalle que Saulo había visto al Señor en el camino y le había hablado. Les contó que Saulo había predicado en Damasco y que lo hizo con libertad en el nombre de Jesús.

Queridos hermanos en la fe, mucho he deseado escribirles acerca de la salvación que ustedes y yo compartimos. Pero ahora siento la necesidad de escribirles acerca de otro asunto: para rogarles que luchen fuertemente por defender todo en lo que hemos creído. Porque esa enseñanza fue entregada para siempre a los creyentes.

Así que Saulo se quedó con ellos y andaba por todas partes en Jerusalén, hablando abiertamente en el nombre del Señor.

Vi al Señor que me decía: “¡Date prisa! Sal inmediatamente de Jerusalén, porque no aceptarán lo que tú digas acerca de mí”.




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios