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Referencias Cruzadas

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Hechos 9:22

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Pero Saulo cobraba cada vez más fuerza y confundía a los judíos que vivían en Damasco, demostrándoles que Jesús es el Cristo.

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21 Referencias Cruzadas  

Silas y Timoteo llegaron de Macedonia. Entonces Pablo se ocupó por completo de anunciar el mensaje. Les presentaba a los judíos evidencias de que Jesús era el Cristo.

Pues yo mismo les daré palabras adecuadas y sabiduría para responder. Ningún enemigo podrá resistirles ni contradecirles.

Ciertamente Dios eligió a los que este mundo considera tontos, para avergonzar a los sabios. De igual manera, eligió a los que son vistos como débiles en el mundo para avergonzar a los poderosos.

Señalaron un día para reunirse con Pablo, y fueron muchísimos más a la casa donde él estaba prisionero. Desde la mañana hasta la tarde estuvo explicándoles y hablándoles acerca del reino de Dios y tratando de convencerlos de creer en Jesús. En su explicación, Pablo usaba la Ley de Moisés y los libros de los Profetas.

Todo lo puedo soportar por medio de Cristo que me fortalece.

Les explicaba y demostraba que era necesario que el Cristo muriera y resucitara. Les decía: «Este Jesús que les anuncio es el Cristo».

En seguida se dedicó a predicar en las sinagogas, afirmando que Jesús es el Hijo de Dios.

Todos los que le oían quedaban asombrados y preguntaban: «¿No es este el que en Jerusalén perseguía a muerte a los que invocan ese nombre? ¿Y no ha venido aquí para llevárselos presos y entregarlos a los jefes de los sacerdotes?».

Después de muchos días, los judíos se pusieron de acuerdo para matarlo.

Entonces Bernabé lo tomó a su cargo y lo llevó a los apóstoles. Bernabé les contó con detalle que Saulo había visto al Señor en el camino y le había hablado. Les contó que Saulo había predicado en Damasco y que lo hizo con libertad en el nombre de Jesús.

Después de tres años, subí a Jerusalén para visitar a Pedro, y me quedé con él quince días.

Doy gracias al que me fortalece, Cristo Jesús nuestro Señor, pues me consideró digno de confianza al ponerme a su servicio.




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