Hechos 8:7

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

De muchos endemoniados los espíritus malignos salían dando fuertes gritos. Un gran número de paralíticos y cojos quedaban sanos.

Referencias Cruzadas

Mateo 10:1

Reunió a sus doce discípulos y les dio autoridad para echar fuera a los espíritus malignos y sanar toda enfermedad y todo dolor.

Hechos 5:16

También de los pueblos vecinos llegaba a Jerusalén mucha gente. Llevaban personas enfermas y que sufrían a causa de espíritus malignos, y todas eran sanadas.

Hebreos 2:4

Dios también nos confirmó su validez por medio de hechos asombrosos, maravillas, muchos milagros y habilidades dadas por el Espíritu Santo según su voluntad.

Juan 14:12

Les aseguro que el que cree en mí, las obras que yo hago también él las hará. Y aun las hará mayores, porque yo vuelvo al Padre.

Lucas 10:17

Cuando los setenta y dos regresaron, dijeron contentos: ―Señor, hasta los demonios nos obedecen en tu nombre.

Marcos 9:26

El espíritu, dando un fuerte grito y sacudiendo violentamente al muchacho, salió de él. Este quedó como muerto, tanto que muchos decían: «Ya se murió».

Mateo 11:5

Los ciegos ven, los cojos andan y los que tienen lepra son sanados. Los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia la buena noticia.

Mateo 4:24

Su fama se extendió por toda Siria. Por eso, le llevaban a todos los que sufrían diversas enfermedades y los que sufrían de dolores graves. También le llevaban a los endemoniados, los epilépticos y los paralíticos, y Jesús los sanaba.

Hechos 8:6

Al oír a Felipe y ver los milagros que hacía, mucha gente se reunía y todos prestaban atención a su mensaje.