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Referencias Cruzadas

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Hechos 7:38

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Este mismo Moisés estuvo en la asamblea en el desierto, con el ángel que le habló en el monte Sinaí, y con nuestros antepasados. Fue también él quien recibió palabras de vida para comunicárnoslas a nosotros.

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26 Referencias Cruzadas  

Mucho, desde cualquier punto de vista. En primer lugar, a los judíos se les confió el mensaje de Dios.

En realidad, a estas alturas ya deberían ser maestros. Sin embargo, necesitan que alguien vuelva a enseñarles las verdades más elementales del mensaje de Dios. Dicho de otro modo, necesitan leche en vez de alimento sólido.

El que habla, hágalo como quien habla de parte de Dios mismo; el que presta algún servicio, hágalo con el poder que Dios le da. Así Dios será en todo alabado por medio de Jesucristo, a quien sea la gloria y el poder para siempre. Amén.

Sí, ustedes, que recibieron la Ley que fue dada por medio de ángeles, pero que no la han obedecido».

La Ley fue dada por medio de Moisés, pero el amor inmerecido de Dios y la verdad nos han llegado por medio de Jesucristo.

Sin duda, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos. Su palabra nos dice si los pensamientos y las intenciones del corazón son correctos o no.

Los ángeles fueron los encargados de anunciar la Ley, y toda desobediencia y pecado recibió su justo castigo.

Entonces, ¿cuál era el propósito de la Ley? La Ley nos fue dada luego de la promesa para que conociéramos nuestros pecados. Ese sería su propósito hasta que viniera aquel al cual se refiere la promesa. Dios le entregó la Ley a Moisés por medio de ángeles, para que él se la diera al pueblo.

Dios adoptó como hijos a los israelitas, y a ellos les mostró su gloria. Con ellos hizo pactos y les entregó la Ley. Les dio además promesas y el privilegio de adorarlo.

»A este mismo Moisés, a quien habían rechazado diciéndole: “¿Y quién te nombró gobernante y juez?”, Dios lo envió para ser gobernante y libertador, mediante el poder del ángel que se le apareció en la zarza.

»Pasados cuarenta años, se le apareció un ángel en el desierto cercano al monte Sinaí, en las llamas de una zarza que ardía.

El Espíritu da vida; la carne no vale para nada. Las palabras que les he hablado son espíritu y son vida.




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