Pues él vendió un terreno que tenía, llevó el dinero y lo puso a disposición de los apóstoles.
Y todo el que haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o terrenos por mi causa recibirá cien veces más y obtendrá la vida eterna.
Todos los creyentes estaban juntos y tenían todo en común.