Al oír esto, todos alzaron la voz en oración a Dios: «Soberano Señor, tú eres el creador del cielo y de la tierra, del mar y de todo lo que hay en ellos.
Al quedar libres, Pedro y Juan volvieron a donde estaban sus compañeros. Les contaron todo lo que les habían dicho los jefes de los sacerdotes y los líderes.
―Señores, ¿por qué hacen esto? Nosotros somos simples hombres, como ustedes. El mensaje que les anunciamos es para que dejen de hacer estas cosas. Nada de esto tiene valor. Busquen al Dios viviente, que hizo el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos.