Pero, para no molestarlo más, le ruego que, con la bondad que lo caracteriza, nos escuche brevemente.
¿Qué más voy a decir? Me faltaría tiempo para hablar de Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, Samuel y los profetas.
En todas partes y en toda ocasión reconocemos esto con profunda gratitud.
Hemos descubierto que este hombre es un verdadero problema. Por todas partes anda provocando alborotos entre los judíos. Es el líder de un grupo llamado los nazarenos.
Ese plan lo mantenía en secreto, pero me lo dio a conocer a mí. Ya les he escrito brevemente acerca de ese plan.
Que todos puedan ver la amabilidad de ustedes. El regreso del Señor está cerca.