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Referencias Cruzadas

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Hechos 24:25

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Pablo les habló sobre la justicia, el dominio propio y el juicio que vendrá de parte de Dios. Entonces Félix tuvo miedo y le dijo: «¡Basta por ahora! Puedes retirarte. Cuando crea conveniente, te mandaré llamar otra vez».

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99 Referencias Cruzadas  

Y, cuando él venga, convencerá al mundo de su error en cuanto al pecado, a la justicia y al juicio.

Más bien, reconozcan en su corazón a Cristo como Señor. Estén siempre listos para responder a todo el que les pida una explicación de la confianza que tienen en Dios.

Esfuércense también en tener dominio propio y, además del dominio, tengan paciencia, y a la paciencia agreguen entrega a Dios.

humildad y dominio propio. No hay ley que esté en contra de estas cosas.

Él nos mandó a predicar al pueblo y a anunciar que él ha sido nombrado por Dios como juez de vivos y muertos.

Queridos hijos en la fe, que nadie los engañe. El que hace lo bueno se comporta como una persona justa, así como Jesucristo es justo.

¿Tú crees que hay un solo Dios? ¡Magnífico! También los demonios lo creen, y tiemblan de miedo.

Dios estableció que los seres humanos mueran una sola vez, y que después venga el juicio.

La promesa de gozar de su descanso todavía permanece. Pero debemos tener cuidado, pues alguno de ustedes podría quedarse sin disfrutarlo.

Más bien, mientras aún haya oportunidad de escuchar su voz, anímense unos a otros cada día. Así ninguno de ustedes se volverá rebelde, engañados por el pecado.

Pero la Escritura dice que todo el mundo es dominado por el pecado. Por eso, los que creen en Jesucristo recibirán lo prometido por Dios.

Pues es necesario que todos nos presentemos ante el tribunal de Cristo. Allí cada uno recibirá lo que le corresponda, según lo bueno o malo que haya hecho mientras vivió en el cuerpo.

En esto se reconocen los que son hijos de Dios y los que son hijos del diablo: el que no hace lo que es bueno ni ama a su hermano en la fe no es hijo de Dios.

Cristo Jesús vendrá como Rey para juzgar a los vivos y a los muertos. Por eso, delante de Cristo y de Dios, te doy esta importante tarea:

Porque él dice: «En el momento preciso te escuché, y el día que necesitabas salvación te ayudé». Les digo que este es el momento preciso elegido por Dios. ¡Hoy es el día de salvación!

Por lo tanto, no juzguen a nadie antes de tiempo. Esperen hasta que venga el Señor. Él sacará a la luz lo que está oculto en la oscuridad y pondrá al descubierto las intenciones de cada corazón. Entonces cada uno recibirá de Dios la alabanza que le corresponda.

Tengo la misma esperanza que estos hombres tienen. Es decir, que Dios hará resucitar a los justos y a los injustos.

Cuando oyeron de la resurrección, unos se burlaron; pero otros le dijeron: ―Queremos que usted nos hable en otra ocasión sobre este tema.

Como era su costumbre, Pablo entró en la sinagoga. Y durante tres sábados seguidos discutió con ellos, haciendo uso de las Escrituras.

Cuando oyeron esto, todos se sintieron profundamente conmovidos y les dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: ―Amigos, ¿qué debemos hacer?

Dejemos ya la enseñanza sobre bautismos, el poner las manos sobre otros, la resurrección de los muertos y el juicio eterno.

Tan terrible era este espectáculo que Moisés dijo: «Estoy temblando de miedo».

Así que cada uno de nosotros tendrá que dar cuentas ante Dios.

Por lo tanto, hermanos en la fe, les ruego que tomen en cuenta la gran bondad de Dios. Así que, ofrezcan todo su ser como un sacrificio vivo y agradable a Dios. Esa es la verdadera adoración que él merece.

Así sucederá el día en que, por medio de Jesucristo, Dios juzgará los secretos de toda persona. Así lo afirma el mensaje de la buena noticia, el cual yo predico.

―¿En tan poco tiempo piensas convencerme de ser cristiano? —le dijo Agripa. Pablo le respondió:

Los judíos de Tesalónica se enteraron de que Pablo también estaba en Berea predicando el mensaje de Dios. Así que fueron allá para armar escándalo y alborotar a la gente.

Levántate y entra en la ciudad, que allí se te dirá lo que tienes que hacer.

Pero ellos no hicieron caso y se fueron: uno a su campo, otro a su negocio.

Félix también esperaba que Pablo le ofreciera dinero a cambio de su libertad. Es por eso que mandaba llamarlo con frecuencia y conversaba con él.

Al contrario, debe ser hospitalario, amigo del bien, inteligente, justo, santo y disciplinado.




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