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Referencias Cruzadas

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Hechos 23:9

Nueva Versión Internacional 2019 (simplificada - Nuevo Testamento)

Se produjo entonces un gran alboroto. Algunos de los maestros de la Ley que eran fariseos se pusieron de pie y dijeron: «Este hombre no ha hecho nada malo. Es probable que un espíritu o un ángel le haya hablado».

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23 Referencias Cruzadas  

Caí al suelo y oí una voz que me decía: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?”.

La gente que estaba allí, y que oyó la voz, decía que había sido un trueno; otros decían que un ángel le había hablado.

Al retirarse, decían entre sí: ―Este hombre no ha hecho nada que merezca la muerte ni la cárcel.

He llegado a la conclusión de que él no ha hecho nada que merezca la muerte. Pero, como él pidió que el césar lo juzgara, he decidido enviarlo a Roma.

Descubrí que lo acusaban de algunas cuestiones de su Ley. Pero no había contra él alguna acusación que mereciera la muerte o la cárcel.

Cuando los maestros de la Ley que eran fariseos vieron con quién comía, les preguntaron a sus discípulos: ―¿Por qué Jesús come con cobradores de impuestos y con pecadores?

¿O vamos a provocar celos en el Señor? ¿Somos acaso más fuertes que él?

Anoche se me apareció un ángel del Dios a quien pertenezco y sirvo,

Por un lado los saduceos sostienen que no hay resurrección, ni ángeles ni espíritus. Por su parte, los fariseos sí creen en todo esto.

Así que Dios les dio a ellos el mismo don que a nosotros al creer en el Señor Jesucristo. Y si así lo hizo, ¿quién soy yo para oponerme a Dios?».

Él cayó al suelo y oyó una voz que le decía: ―Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?

Pero, si es de Dios, no podrán destruirlos, y ustedes se encontrarán luchando contra Dios». Se dejaron convencer por Gamaliel.

Por tercera vez les habló: ―Pero ¿qué crimen ha cometido este hombre? No encuentro que él sea culpable de nada que merezca la pena de muerte, así que le daré una paliza y después lo soltaré.

Entonces Pilato declaró a los jefes de los sacerdotes y a la gente: ―No encuentro que este hombre sea culpable de nada.

Pero los fariseos y los maestros de la Ley, que eran de un mismo grupo, criticaban a los discípulos de Jesús: ―¿Por qué comen y beben ustedes con cobradores de impuestos y con pecadores?

»Sucedió que, a eso del mediodía, cuando me acercaba a Damasco, una intensa luz del cielo brilló de repente a mi alrededor.




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