Pablo permaneció en Corinto algún tiempo más. Después, se despidió de los creyentes y comenzó el viaje rumbo a Siria. Lo acompañaron Priscila y Aquila. En Cencreas, antes de tomar un barco, Pablo se rapó la cabeza a causa de una promesa hecha a Dios.
Entre los judíos vivo como judío, para que ellos crean. Entre los que viven bajo la Ley me comporto obediente a la Ley, para que ellos crean (aunque yo mismo no vivo bajo la Ley).